Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Hace cincuenta años Gil Scott-Heron escribió su poema La revolución no será televisada. Y aunque los referentes personales de los que hablan dichos versos hayan fallecido, y buena parte de la humanidad no se acuerde de ellos, el sentido de las frases que componen el texto siguen teniendo mucha vigencia, y se puede adaptar a los momentos que vivimos por estos lares. Medio siglo después el racismo, la opresión, el clasismo, el odio, la represión, el hambre y la violencia institucional siguen rampantes en muchos de nuestros territorios. Las protestas, al contrario de lo que esperaban en aquel entonces los más porfiados, no han disminuido con el paso del tiempo, al contrario. No importa que Scott-Heron hable de Richard Nixon, Spiro Agnew o John Mitchell, personajes ya demasiado lejanos de lo que vivimos en este continente a la altura del año 2021. Con igual o mayor folclor, sus nombres han sido reemplazados por otros, que han cumplido de igual forma lamentable su papel en la historia, dependiendo su localización geográfica o la podredumbre de su espíritu. Cincuenta años después, mientras vemos las marchas y levantamientos agitarse en las calles, bien vale la pena recordar estas líneas:
No te podrás quedar en casa, hermano.
No podrás conectarla, encenderla y apagarla.
No podrás perderte en la heroína y evadirte,
ni evadirte a por una cerveza durante los anuncios,
porque la revolución no será televisada.
La revolución no será televisada
La revolución no te será traída por Xerox
en cuatro partes sin interrupciones de anuncios.
La revolución no te mostrará imágenes de Nixon
soplando una corneta y encabezando una demanda contra John
Mitchell, el General Abrams y Spiro Agnew con tal de comer
morcillas confiscadas a un santuario de Harlem.
La revolución no será televisada
La revolución no te será traída por la
Schaefer Award Theatre, ni por las estrellas Natalie
Woods y Steve Mcqueen o Bullwinkle y Julia.
La revolución no traerá a tu boca sex appeal.
La revolución no te deshará los nudos.
La revolución no te hará verte casi tres kilos
más delgado, porque la revolución no será televisada, hermano.
No habrá fotos tuyas y de Willie May
empujando ese carrito de la compra calle abajo huyendo desesperadamente
o intentando colocar esa televisión a color en una ambulancia robada.
NBC no podrá predecir el ganador a las 8:32
o informar desde 29 distritos.
La revolución no será televisada.
No habrá imágenes de los cerdos abatiendo
a sus hermanos en la repetición de la jugada.
No habrá imágenes de los cerdos abatiendo
a sus hermanos en la repetición de la jugada.
No habrá fotos de Whitney Young siendo
arrastrado más allá de Harlem en un tren con un nuevo proceso de marcado.
No habrá cámara lenta o naturaleza muerta de Roy
Wilkins paseando por Watts en un liberador mono
rojo, verde y negro que había estado guardando
esperando la oportunidad idónea.
Green Acres, The Beverly Hillbillies y Hooterville
Junction ya no serán tan jodidamente relevantes, y
a las mujeres no les importará si Dick fue al grano con
Jane en Search for Tomorrow porque los negros
estarán en las calles en busca de un día más brillante.
La revolución no será televisada.
No habrá lo más destacado en las noticias
de las once y no habrá imágenes de peludas mujeres liberacionistas
armadas y Jackie Onassis sonándose la nariz.
La canción principal no será escrita por Jim Webb,
Francis Scott Key, ni cantada por Glen Campbell, Tom
Jones, Johnny Cash, Englebert Humperdunk, o los Rare Earth.
La revolución no será televisada.
La revolución no tendrá vuelta atrás
después de un mensaje sobre tornados blancos, relámpagos blancos o gentes blancas.
No tendrás que preocuparte por una paloma en tu
dormitorio, un tigre en tu cisterna, o el gigante en el retrete.
La revolución no marchará mejor con Coca-Cola.
La revolución no luchará contra los gérmenes que pueden causar mal aliento.
La revolución te pondrá en el asiento del piloto.
La revolución no será televisada, no será televisada,
no será televisada, no será televisada.
La revolución no será re-emitida, hermanos;
la revolución será en vivo.
Por vigésima segunda vez en 2021, encontramos nuevas barricadas sonoras, y con ellas construimos la más reciente playlist de la música contemporánea de América Latina, presentando 20 recientes tonadas hechas en Colombia, Argentina, Perú, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Uruguay, Chile y México, cuyo sonido se relaciona con etiquetas como Pop, Fusión, Reggae, Bolero, Folk, Hip Hop, Folclor, Electrónica y Rock. Entre otras, agregamos el nuevo sencillo de Rawayana, la última producción de La 33, la nueva publicación de Poncho y la más reciente grabación de Ilse Hendrix.
Repetimos una vez más nuestra frase favorita para este tipo de ocasiones: Busque sus audífonos, apártese del mundo y escuche. Esta es la playlist de Zonagirante.com del 04 de junio de 2021.
Si alguien entre nuestros seguidores quiere mostrar sus labores en la ilustración y colaborar con Zonagirante.com, puede comunicarse con nosotros y enviar su portafolio a zonagirante@yahoo.com. Desde ya, muchas gracias.
Participan:
La 33 + N. Hardem + Pablo Watusi (Colombia)
Vera Delacruz (Venezuela)
Zalama Crew (Colombia)
Rawayana (Venezuela)
Ilse Hendrix (México)
Luna Sujatovich + Conociendo Rusia (Argentina)
Blackthony Starfano (Perú)
La Isla Centeno (México)
Maia Basso (Argentina)
Le Magdalena (Colombia)
Chechi de Marcos (Argentina)
Señor Kino (México)
Poncho (Argentina) + Rubén Rada (Uruguay)
Aeroplan! (Chile)
La Banda del Bisonte (Colombia)
Friolento (Chile)
Dorotheo (México)
Matazar (Ecuador)
Aisles (Chile)