Los exilios, voluntarios o no, traen todo tipo cambios. Christian De la Espriella, líder (y dueño) de la banda colombiana Pornomotora, se trasladó hace un poco más de un año a Ciudad de México, buscando replantear cuestiones personales e intentando abrirle puertas a un proyecto que, aunque muy popular en su país de origen, no encontraba rutas de difusión en el resto de América Latina. Durante este tiempo, De la Espriella ha ido desarrollando su propio espacio en el DF, y ha ido probando las duras y las maduras de estar en un mercado más desarrollado pero a la vez más competitivo, donde muchas agrupaciones latinas se han establecido buscando «El gran sueño mexicano«, sin apenas lograr la atención merecida a sus propuestas.
Eso igual no ha frenado a De la Espriella de avanzar con sus nuevas composiciones, sin perder contacto con su vieja escena. A punta de comunicaciones internáuticas ha ido elaborando su nueva grabación, Soy mi creyente, adelanto de lo que será su próximo álbum, que seguramente verá la luz en 2016. Contando con la colaboración de Jota García y Pablo Bernal, miembros de la banda bogotana Ciegossordomudos, ha confeccionado una poderosa grabación, donde, siguiendo con la línea electrónica experimental que acompaña sus ambientaciones, al añadir la instrumentación análoga rockera, ha logrado una canción de sonido grueso, pesado, sin que semejante resultado le haga perder calidez ni contundencia a la melodía. Soy mi creyente abre paso a una nueva etapa de Pornomotora, donde, después de varios años, la banda vuelve a publicar material que despierta el entusiasmo de su fanaticada tradicional y abre las puertas a la ampliación de la base popular de manera internacional.