consulado

Por José Gandour @gandour

Una banda de rock que pretende ser divertida corre el riesgo de agotar pronto su material. Una agrupación que toma el riesgo de mezclar vallenato tradicional con punk está en peligro de ser flor de verano y desaparecer a los pocos días. La agrupación bogotana Consulado Popular se expone a muchos peligros e igual, hay que decirlo, sigue ahí. Se ríen y extienden su fanaticada sin parar, quizás pensando en aquello que decían algunos gobernantes en tiempos de la Roma Imperial «comamos y bebamos que mañana moriremos«.  Y, mientras tanto, también destruyamos carros para un video.

Sí, en su nuevo clip Me mamé, Consulado Popular se traslada a un lote automotriz y disfruta rompiendo todo, mientras suena su fusión de Beck con Diomedez Díaz. No deja títere con cabeza, ni puerta con ventana. ¿Se acuerdan de esos programas gringos donde las cámaras llegan a lo más profundo de estados como Oklahoma, Alabama o Texas, donde una noche divertida es ver cómo deshuesan camiones y vehículos viejos? Bueno, estamos frente a la versión criolla, frente al desahogo local, una metálica terapia que evita un peor día de furia. A eso súmele un acercamiento claro a la estética de humorada que destruye lo que ya no sirve. Quizás estamos frente a una medicina inesperada para un país en guerra.

Ojo, si lo que ellos hacen estuviera mal ejecutado y se quedara en el chascarrillo desafortunado, sería fácil detestarlos y aniquilarlos a punta de fina crítica. Pero Consulado Popular no es un chiste sin gracia, es una inteligente maquinaria que sabe que puede durar muchos años si no cae en la repetición de la repetidera, en copiarse a si mismo hasta el agotamiento. Tienen pila para rato.

Compartir
HTML Snippets Powered By : XYZScripts.com