Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante

Auro SónicoReal 

Dice venir de un planeta extraño, pero sus registros aseguran que nació en la ciudad colombiana de Cali y vive ya hace muchos años en República Dominicana. Su insistencia en sostener su propuesta de rock en un territorio acostumbrado a géneros que promueven otros movimientos corporales es loable, porque, además, lo hace bien. Sus canciones saben llegar al hueso del asunto y de inmediato es fácil identificarse con ellas. Auro Sónico, con todo y que lo describen muchos de sus amigos y personas cercanas como alguien de particularidades psicológicas extremas, tiene muy claro el panorama con sus buenas melodías y con ese elemento sorpresivo que atrapa a la audiencia. Y, además, logra siempre presentar videos de alta factura, sin complicarse en altos presupuestos. Lo suyo es el desarrollo de una buena idea con los elementos a disposición y en este caso sabe meternos en un viaje cósmico a punta de buen uso del dron y un par de coreografías sencillas que se sirven para crear el dramatismo necesario. Y, por supuesto, el bajo… en el bajo está toda la fuerza. No lo pierdan de vista.

Perrosky Uno de verdad

Y aquí viene otro periplo místico, a cargo de una de nuestras propuestas de blues rock favoritas del continente. Desde Chile, el apreciado Perrosky presenta un clip casero divertido, en el cual, a punta de una edición ágil y la colaboración familiar para sacar adelante la producción, tenemos un poco más de cinco minutos de buen entretenimiento visual que vale la pena observar. La clave para disfrutar aún más esta pieza audiovisual es dejarse atrapar por el beat de la canción, es dejarse abrazar por la hipnótica marcación del ritmo y así, les prometemos, que alcanzarán, si así lo desean, a volar al lado del mismísimo artista sobre las hordas de protesta santiaguina. Un recorrido musical delicioso.

La Repvblica – Quetzalcóatl

Ahora nos ponemos un poco más serios y nos metemos en una ceremonia más comprometida. Ahora el camino se vuelve blanco y negro, al lado del mar, y pedimos que dioses ancestrales vengan a salvarnos de toda la maldad que nos rodea, a ver si de una vez se acaban todas las desgracias que nos rodean. Muy posiblemente dichas deidades no nos acompañarán en los próximos días, pero el resultado videográfico de esta pieza es interesante, por su esfuerzo fotográfico y en la selección de los paisajes utilizados para este rodaje. La canción, resultado de una buena combinación de elementos acústicos y electrónicos, tiene el dramatismo necesario y la efectivad instrumental suficiente para lograr atraer a los adeptos a este tipo de estéticas sonoras.

Kanaku y el TigreAbre los brazos como un avión

Y el último video de esta sesión es una pequeña joya de alto calibre. Aquí todos los detalles de la historia, la cinematografía y de la edición tienen perfectamente delineado el objetivo final, es decir, conseguir una muestra final que emocione, que tuerza, al menos por unos segundos nuestro corazón. La tonada, que ya, de por si, tiene su propia belleza para defenderse solita, crece de manera exponencial con las imágenes logradas en esta producción. Esto es entrar a otro nivel, aquí hablamos de un trabajo de fina construcción que puede entrar en cualquier selección profesional alrededor del mundo y que, cada visualización será agradecida por cada persona que tenga la suerte de disfrutarla. Un gran trabajo, listo para ser repetido cuantas veces sea necesario.

 

 

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