Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante

Carolina ZacParalelo

No hace falta un exceso de colores ni mil imágenes saturantes para representar la intensidad requerida para encender el fervor de la pista de baile. Así claramente se puede confirmar  en el nuevo clip de esta artista argentina, que logra con elementos sencillos y directos una pieza audiovisual sensual y excitante, que invita de inmediato a la danza. La inteligente elección de las texturas en blanco y negro ayuda al espectador a conectar de inmediato con la elegante estética electropop, sin necesidad de adicionales piezas rimbombantes ni excusas adicionales a los reflejos precisos del rostro de la cantante que aparece en pantalla sin excederse. «Menos es mal» parece ser el lema a seguir, y en esta ocasión ha funcionado a la perfección. Un gran resultado.

Alfonso Espriella + Mateo París (Ohlaville)El Camino

Alfonso Espriella, solista rockero bogotano, está redescubriendo sus canciones en compañía de otros exponentes de la música colombiana y poco a poco ha ido publicando el rendimiento de dichos ejercicios. En esta ocasión tiene a su lado a Mateo París, voz principal de una de las bandas de mayor reconocimiento en la escena alternativa capitalina, y con él ha montado una versión muy densa de un tema originalmente ya bastante oscuro, consiguiendo matices interesantes que ayudan a renovar el gusto por sus composiciones. El video, que contiene un juego interesante de espejos y un quehacer fotográfico llamativo, transmite la viscosidad sonora correctamente. Mientras publica trabajo inédito, a Espriella le funciona bien este tipo de experimentos.

Federico Kempff Ruinas

A partir de un simulacro de filmación análoga, al estilo de las viejas películas familiares hechas en formato cine en cintas de ocho milímetros, el artista platense Federico Kempff nos trae a pantalla una vehemente representación de lo compleja, complicada y absurdamente enredada que puede ser una relación, y más su rompimiento. Basta con un par de actrices en los perímetros de un bosque, un largo lazo que las amarra y las aleatorias decoloraciones digitales que contaminan las imágenes, para dar una perfecta ambientación a la melancolía del cantante, que se pregunta, desde el comienzo de la canción, «¿cómo escuchar la razón si estamos devastados?». Este puede ser un himno representativo de la época que vivimos y cala adecuadamente con lo que experimentamos en estos días. No hay que huir de las tonadas tristes, hay que adoptarlas, más si tienen en su contenido un discurso tan preciso. Bien hecho.

 

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