Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Habitantes – Antes de partir
Algunos de ustedes saben que detestamos la mayoría de los video lyrics que nos llegan al correo. Creemos que es una mala maña adquirida de otra fea costumbre como son las sesiones de karaoke. Además, nos parece que los textos rompen horriblemente con la estética propuesta inicialmente en el clip, porque seguramente han sido puestas en la última fase de la edición, y con una insensible decisión tipográfica producto del agotamiento, la pereza y el desespero por ver terminado el producto audiovisual. En este caso, por suerte, nos contradecimos. Este es el video lyric, si, pero no parece, porque las frases del canto se mimetizan, a manera de recorte de revista, en el desarrollo del montaje y se integran agradablemente en el paisaje. Este clip, que combina momentos de stopmotion y pedazos de tomas seguramente hechas con el celular, tiene un bello resultado artesanal, que le da los colores adecuados al sonido folk pop de esta banda mexicana, cuyo espíritu indie es de nuestro total agrado. Buen trabajo.
Surcos – Me da igual
Este proyecto bogotano, liderado por Juan Felipe Ochoa, ha ido adquiriendo notoriedad a medida que publica su canciones de corte pop contemporáneo, de facil llegada a una audiencia que busca sonidos íntimos y descomplicados. También el desarrollo audiovisual de sus estrenos ayuda y bastante. En este caso tenemos imágenes captadas por el mismo artista durante un viaje invernal a Suecia, Dinamarca y Lituana, que luego han sido exquisitamente manipuladas por Gabriel Leaño, marcando de forma precisa y delicada y con precisos efectos visuales las pautas de la canción, haciendo que el conjunto sea placentero durante toda su reproducción. Esto es, definitivamente, sacarle jugo estético a unas vacaciones.
La Zanahoria Mutante – Éramos 33
Desde la ciudad de Cartagena de Indias, y envuelto en un sonido corrosivo, con letras crueles y divertidas, nos llega un producto que más de uno, acompañado de su madre y la tía más religiosa, podrán calificar de asqueroso, lascivo y hasta satánico. Y en el fondo, lo único que estamos viendo es un dibujo infantil de un autobús que luego se incendia varias veces durante la extensión de la tonada que acompaña. «Mientras todo ardió, profe cómo la voy a extrañar» grita la cantante de la banda, cuyo relato logra convertir un supuesto drama de carretera en una fascinante pieza de humor negro y una fina recuperación de la expresión rockera más auténtica en su salvajismo de garaje. Quién dijo que todo está perdido, gracias a unas falsas víctimas escolares que deben estar recuperándose, los más afortunados, en el pabellón de quemados más cercano, volvemos a escuchar buen rock, tan escaso en estos tiempos.