Por equipo de Zonagirante.com @zonagirante
Arte portada Zonagirante Estudio
Ruido como medicina
Hay quienes buscan alivio en el silencio absoluto. Otros, en cambio, encuentran su cura en la tormenta. Y ahí es donde entra el shoegaze: esa corriente que convierte la distorsión y el eco infinito en una especie de terapia inesperada.
Porque este género, nacido entre guitarras apiladas y voces que parecen susurrar desde otro cuarto, no es solo ruido por el ruido. Es una alquimia donde los estampidos eléctricos se abrazan con melodías suaves, casi pop, logrando que la estridencia no sea agresión sino bálsamo. El shoegaze es la prueba de que los huracanes también pueden sanar.
Música independiente shoegaze
En Latinoamérica, varias bandas entendieron esa paradoja y la hicieron propia. Supieron domesticar la distorsión y ponerla al servicio de la ternura. En sus canciones, la densidad guitarrera no aplasta: flota, se expande y termina sosteniendo al oyente, como una manta eléctrica de sonido.
Y sí, puede sonar exagerado, pero cualquiera que se haya refugiado en estas capas sónicas sabe que, después de una jornada dura, nada como dejarse envolver por ese muro de guitarras que todo lo cubre. Ahí, donde las voces no gritan, sino que acarician, uno descubre que el ruido puede ser medicina, que la estridencia puede aliviar.
Playlist imperdible
Por eso armamos esta playlist con veinte bandas latinas cercanas al shoegaze. No es un catálogo enciclopédico ni un ejercicio de arqueología sonora. Es, simplemente, una receta casera para curarse con feedback, delay y melodías dulces escondidas bajo tormentas de sonido.
Escuche sin miedo: la terapia empieza con el primer acorde.